Cuando hablamos de pirámides es inevitable pensar en las famosas pirámides de Gizá en Egipto. En una especie de ensoñación nos encontramos admirado las tres bellas masas pétreas de Keops, Kefrén y Micerinos. Sin embargo, no se trata del único sitio donde existe una edificación milenaria, también en España encontré las huellas del misterio de estas obras arquitectónicas.
Las misteriosas pirámides de Tenerife se encuentran ubicadas en el municipio de Güímar, en la costa sureste de la isla, a 30 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Las llamadas “Pirámides de Güímar” hoy son declaradas como Bien de Interés Cultural dentro del Parque Enográfico de Güímar, que además, curiosamente, están orientadas astronómicamente.
El misterio detrás de las pirámides de Güímar
Las misteriosas edificaciones de Güímar son pirámides de construcción tipo mastaba. Dichas pirámides son sobradamente conocidas entre los arqueólogos nacionales junto al yacimiento de conocimientos que ellas mismas representan.
El doctor Thot Heyerdahl, encargado de realizar una intensa investigación de las pirámides de Tucume en Perú, reconoció inmediatamente en la construcción de Güímar su valor arqueológico.
Al principio, según señala Heyerdahl, las pirámides fueron catalogadas como una simple acumulación de escombros. Evidentemente se trataba de una visión inculta, precipitada y poco estudiada del recinto. Posteriormente se vio sus semejanzas con las pirámides de México, Perú, las mastabas egipcias o los zigurats mesopotámicos.
Un recinto de gran valor arqueológico
En el año 1991 los investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias investigaron las extrañas construcciones y descubrieron la orientación astronómica que poseían las mismas. Estas señalan a un lado la salida del Sol el día del solsticio de verano, y por el otro la salida justo el día del solsticio de invierno.
La descripción del fenómeno que realizaban era: “el sol se oculta primero tras un saliente del borde de la caldera de Pedro Gil, luego reaparece por un instante al superar dicho saliente y se oculta, finalmente, por el fondo de la caldera”. Este hallazgo hizo pensar a los estudiosos que se trataba de un templo o edificación para rituales.
Existe un documento de compra-venta de la finca donde se encuentran las pirámides con data de 1854 pero en el cual no figura ninguna descripción en relación a la existencia de las pirámides. Fue hasta el año 1881 cuando aparecen descritas en un texto. Los más escépticos cifran o fechan su construcción entre los años 1856 y 1878.
La mirada de la arqueología moderna
Oficialmente las pirámides, para la moderna Arqueología, serían un amontonamiento de rocas provenientes de la limpieza de los campos cercanos, estas construcciones serían llamadas entre los lugareños como paredones, molleros o majanos.
No existen pruebas argumentales que indiquen en la actualidad que han sido construidas por los guanches. Hoy, en el Centro Etnológico se encuentran dos pabellones con modelos de las barcas de Thor Heyerdahl junto con una reproducción a escala natural de la barca Ra II.
En otras salas se muestran diferentes objetos relacionados con otras culturas del mundo, destaca una escenificación de un sacrificio maya y el juego del palo canario con dos esculturas de cera representando a dos guanches.
Una obra de los antiguos guanches
Para Thor Heyerdahl las pirámides podrían haber sido construcciones de los antiguos guanches, quienes habrían tenido por morada una cueva bajo una de las pirámides. Esta habría sido la residencia oficial de uno de los diez reyes, o menceyes, de Tenerife hasta la conquista del archipiélago por parte de los españoles en el siglo XV. Se cree que esta comunidad primitiva vivió en una cueva debajo de una de las pirámides.
Hasta la conquista española a finales del siglo XV, Heyerdahl propuso que las islas Canarias habrían servido de puente entre la navegación de América y el Mediterráneo. Se trató de la ruta más rápida hasta las Américas, la cual tomaría en 1492 el propio Cristóbal Colón en su viaje exploratorio.